Aprendizaje autónomo en niños del nivel inicial

Abstract

El presente trabajo se propuso en un primer nivel describir en forma general el aspecto teórico de la misma en torno al aprendizaje autónomo en los niños, incluyendo la correspondiente a las estrategias y evaluación. En la ejecución del mismo se pone de manifiesto la preponderancia de este aprendizaje para el desarrollo integral de los niños, entendiéndose como un aprendizaje que potencia las facultades que posee el niño para controlar su respectivo proceso de aprendizaje, decidiendo sobre sus objetivos y métodos a seguir y que tiene como base la independencia, responsabilidad y pensamiento crítico. Para propiciar este tipo de aprendizaje, también hace falta llevar a cabo el desarrollo de un contexto seguro y accesible, donde se encuentren materiales diversificados y rutinas claras que promuevan la autogestión, la seguridad y la creatividad. También es un componente importante el juego libre. Son de especial relevancia las estrategias pedagógicas que hagan proyectos en ABP y del juego libre estructurado un gran influenciador en el aprendizaje autónomo, que alimentan la curiosidad natural del niño y lo hacen protagonista de sus saberes. La utilización de materiales manipulativos, herramientas y recursos tecnológicos también son importantes. La evaluación en el proceso de autonomía del aprendizaje debe ser continua, utilizando estrategias formativas, sumativas, diagnósticas, auténticas, así como autoevaluaciones y coevaluaciones. La finalidad es la identificación de fortalezas y debilidades, fomentando la autonomía y las adaptadas a las necesidades particulares de cada uno de los niños/as. El rol de las educadoras/es de guía y facilitador/a, mientras que la familia es quien hace de apoyo emocional e incrementa la autonomía. El aprendizaje autónomo contribuye al desarrollo de pericias de autogestión, aumenta la confianza y autoestima, estimula la creatividad, prepara para la vida futura, fomenta la responsabilidad individual, facilita la adaptación al cambio y desarrolla la capacidad reflexiva. La interacción social también se refuerza a través de este tipo de aprendizaje. Las teorías que sustentan el aprendizaje autónomo incluyen la teoría de Knowles, la teoría del aprendizaje experiencial de Kolb y el enfoque teórico de Bandura.